Y hoy es el día que creía yo, que no iba a llegar, que creía que nunca sería de esa forma, vi tantos ejemplos en todas partes y mi queja interna me hace cuestionarme ¿en qué momento?, ¿qué tuvo que sucederme para que mi actitud cambiara de esa forma?, ¿qué tuvo que golpearme tan fuerte para que el calor se convirtiera a frio. En ocasiones pienso que no es ser fría, sino un tanto selectiva, que ya no me conformo con lo que no me corresponde y esto empieza desde saber quién soy y por ende lo que merezco. Ahora ya no todo me convence, cuestiono la realidad, respeto lo que soy, lo que tengo y lo que creo, porque elijo aceptar esa defensa en pro de mi historia.
Muchos me ven y creen que soy directo por ser frío, pero tal vez he dejado de considerar la paja en algunos aspectos de mi vida y he identificado la paja, no es tan sencillo, diferenciar, aunado a encontrar, porque fluir es el arte de discernir y asimilar, reconocer que puedo y tengo la oportunidad de saber lo que necesito, y evito confundirme con decisiones que no van con lo que quiero comunicar. Evito andar lugares que ya conozco y que no me representan.
Elijo solamente lo que me llama, lo que me manifiesta. He aprendido que debo estar rodeado de las cosas que amo, de lo que me motiva, tener dentro de mi circulo gente que me aporte, que me permita pensar, que me permita fluir, dando a conocer mis ideas, que pueda aportar y me permita escuchar para aprender y entender. Rodearme también de cosas que me den felicidad, que sean funcionales, que me den ganas de estar ahí, que me recueste y diga que rico estar en esta cama, amar el espacio. Todo lo que tengo me acerca a lo que soy y a donde quiero estar.